Hoy todos nuestros clientes van a recibir un correo electrónico donde confesamos haber sonreído con el juego del «yo más» durante algunos meses y, con este post, que estrena nuestro blog, vamos a contar por qué.
Cuando lanzamos la fibra de O2 en junio de 2018, decidimos contar que la velocidad que era de 100Mbps simétricos de velocidad cuando, realmente, el servicio del que han estado disfrutando siempre nuestros clientes ha sido de 300Mbps simétricos desde el primer día.
Esto lo hicimos por varias razones. La principal, intentar que la experiencia de nuestros clientes con su nueva compañía de telecomunicaciones, por primera vez, sea mejor de lo prometido y no al revés. También porque pensamos que la velocidad, si es suficiente, no es lo más importante del servicio y no podía ser el principal argumento para venir a O2.
No queremos diferenciarnos por los números que ofrecemos sino por la paz que intentamos dar detrás de ellos, y por eso hemos dedicado mucho más esfuerzo a otras cosas.
Es muy difícil notar esa diferencia de velocidad con el uso normal a pesar de que eso parece lo más importante que contratamos. Muchas veces, las compañías venden cosas que luego no son lo que parecen y subastan cifras en un juego comercial del «yo más» que te hace pensar que esa cifra es la que cambia las cosas, pero no siempre es así.
Hemos jugado un poco. Hemos sonreído con el juego del «yo más» (teórico) que en estos meses hemos visto a nuestro alrededor, pero ya, una vez acabado el experimento, lo dejamos todo en orden de nuevo.
Es por ello que hoy informamos a todos nuestros clientes de fibra que vamos a cambiar las condiciones del contrato, pero únicamente para reflejar que el servicio es de 300Mbps simétricos, que es lo único que queda pendiente.
Nuestros clientes mantendrán su precio actual sin que se vean alteradas el resto de las prestaciones incluidas en su tarifa, o nuestro compromiso de compensación con nuestros clientes de la zona regulada.
El cliente no tiene que hacer nada en este cambio de contrato, ya que no cambia nada más allá del detalle de los servicios por los que nos contrataron, pero no deja de ser un cambio de condiciones.
Si algún cliente considera que le hemos perjudicado por darle tres veces más de la velocidad contratada puede darse de baja sin ninguna penalización
Y si, por el contrario, alguno de nuestros clientes no se considera perjudicado, pero también quiere darse de baja, entonces también podrá hacerlo sin ninguna penalización.