Qué es la latencia en Internet y por qué afecta a tu conexión

Cuando navegamos por páginas web, hacemos una videollamada o jugamos on line, solemos fijarnos en la velocidad contratada. Sin embargo, hay otro factor igual o más importante: la latencia. Este término, a menudo mencionado junto al “ping”, determina la rapidez con la que viajan los datos entre tu dispositivo y los servidores de internet. En este artículo te explicamos qué es la latencia en Internet, por qué influye tanto en tu experiencia de conexión, cómo medirla y qué puedes hacer para reducirla.

Qué significa latencia en Internet

La latencia es el tiempo que tarda un paquete de datos en ir desde tu dispositivo hasta el servidor de destino y volver. Se mide en milisegundos (ms) y refleja la “reacción” de la red. Cuanto menor sea la latencia, más fluida será la comunicación: las páginas cargan antes, las videollamadas son más estables y los juegos en línea responden sin retraso.

En términos prácticos, una latencia baja significa que la red responde casi de inmediato, mientras que una latencia alta genera retardo o “lag”. Este retraso es perceptible, por ejemplo, cuando hablas en una videollamada y la otra persona te escucha con unos segundos de diferencia, o cuando tus acciones en un juego tardan en ser registradas.

Diferencia entre latencia, velocidad y ancho de banda

Aunque suelen confundirse, no son lo mismo. La velocidad indica la cantidad de datos que puede transferirse por segundo (por ejemplo, 600 Mbps), mientras que la latencia mide cuánto tardan esos datos en llegar a su destino. El ancho de banda, por su parte, es la capacidad total de transmisión de la conexión.

Un ejemplo claro: puedes tener una conexión de alta velocidad con gran ancho de banda, pero si la latencia es elevada, notarás retrasos al abrir páginas o comunicarte en tiempo real. Por eso, una buena conexión no depende solo de la velocidad contratada, sino también de una latencia baja y estable.

Cómo se mide la latencia

La latencia se mide en milisegundos (ms) y suele obtenerse a través del ping, una herramienta que envía un pequeño paquete de datos a un servidor y mide el tiempo que tarda en recibir la respuesta.

De forma orientativa, una conexión doméstica típica presenta una latencia normal entre 10 y 50 ms, dependiendo del tipo de red y la distancia al servidor. En entornos profesionales o de gaming competitivo, se considera ideal mantenerla por debajo de 20 ms. Si supera los 100 ms, la experiencia de navegación o juego se resiente notablemente.

Puedes comprobar fácilmente con herramientas online como el test de velocidad de O2, que muestra la latencia junto a la velocidad de descarga y subida.

Causas de una alta latencia

Las causas de una alta latencia en Internet pueden ser muy diversas. Una de las principales es la distancia física entre el usuario y el servidor: cuanto más lejos esté, más tiempo tardan los datos en recorrer el trayecto.

También influyen el tipo de conexión (la fibra óptica ofrece latencias mucho más bajas que el ADSL o las redes móviles), el tráfico en la red y la capacidad del router o de los servidores intermedios por los que pasa la información.

Otra razón común es la saturación de la red doméstica. Cuando muchos dispositivos usan la conexión al mismo tiempo (streaming, descargas, videollamadas), los paquetes compiten por los mismos recursos, generando retrasos.

Por eso, aunque tengas un ”buen internet” en términos de velocidad, puedes experimentar un ping alto si la red está congestionada o si el tráfico toma rutas ineficientes hacia su destino.

Además, los routers antiguos, el uso de WiFi inestable o interferencias elevan la latencia. Las conexiones por cable Ethernet ofrecen tiempos de respuesta mucho más regulares que el WiFi, especialmente si hay paredes, microondas o redes vecinas interfiriendo.

Por qué la latencia es importante

La latencia en Internet influye directamente en la calidad de la experiencia online, sobre todo en actividades en tiempo real. En los juegos online, por ejemplo, determina la rapidez con la que el servidor registra tus movimientos. Una diferencia de apenas unos milisegundos puede suponer una ventaja o desventaja notable.

En videollamadas o reuniones virtuales, una latencia alta provoca interrupciones, desincronización entre imagen y sonido, o pausas incómodas en la conversación. Lo mismo ocurre en aplicaciones de trabajo remoto o plataformas de trading financiero, donde cada segundo cuenta.

En cambio, si solo navegas por webs o ves vídeos en streaming, el impacto es menor, ya que esas actividades dependen más del ancho de banda que del tiempo de respuesta. No obstante, incluso en esos casos una latencia baja mejora la carga inicial y reduce los cortes en la reproducción.

Cómo comprobar la latencia de tu conexión

Para conocer la latencia real de tu red, lo más sencillo es realizar una prueba con un test de velocidad, que miden la latencia (ping) de tu conexión y te indican si se encuentra dentro de los valores normales.

También puedes hacerlo manualmente desde tu ordenador, abriendo la consola del sistema y usando el comando ping seguido de una dirección, por ejemplo ping google.com. El resultado muestra el tiempo medio en milisegundos que tarda la información en ir y volver.

Si la media es inferior a 50 ms, tu conexión ofrece una buena latencia para la mayoría de usos. Si supera los 100 ms, puede haber problemas de saturación o configuración. Conviene entonces repetir la prueba con el cable conectado directamente al router, cerrar las descargas y comprobar si los valores mejoran.

Cómo reducir la latencia en tu conexión a Internet

Reducir la latencia no siempre depende del usuario, ya que intervienen factores externos como el enrutamiento o la carga de los servidores. Sin embargo, sí hay varias medidas que puedes aplicar para optimizar tu conexión:

  1. Usa conexión por cable Ethernet en lugar de WiFi siempre que sea posible. El cable elimina interferencias y reduce el tiempo de respuesta.
  2. Cierra aplicaciones o dispositivos que consuman ancho de banda mientras juegas o haces videollamadas.
  3. Actualiza el firmware del router y los drivers de la tarjeta de red para mejorar el rendimiento.
  4. Reinicia el router periódicamente, especialmente si notas lentitud o cortes.
  5. Evita la saturación del WiFi, conectándote a la banda de 5 GHz o a canales menos ocupados.
  6. Elige servidores cercanos al realizar pruebas o al jugar online, ya que la distancia geográfica influye directamente en el ping.
  7. Si la latencia sigue siendo alta, contacta con tu operador: pueden optimizar la ruta de conexión o revisar si existe algún problema técnico en tu línea.

En resumen, la latencia es el parámetro que define la rapidez real de tu conexión, más allá de la velocidad contratada. Saber qué es, cómo medirla y cómo reducirla te permitirá disfrutar de una navegación más fluida, videollamadas estables y una experiencia de juego mucho más precisa.