Cuando te planteas cómo conectar tus dispositivos a internet, la duda es habitual: ¿WiFi o cable ethernet? La respuesta correcta no es única, porque depende del uso, del entorno y del equipo.
Por eso, a continuación, te explicamos cuándo conviene optar por ethernet (cable de red) y cuándo es mejor seguir con la comodidad del WiFi, para que tu conexión sea más estable y rápida allí donde lo necesites.
Qué es un cable ethernet y cómo funciona
Un cable ethernet (también llamado cable de red) es un medio físico que conecta dispositivos (ordenadores, consolas, smart TV, puntos de acceso, switches, routers) para transmitir datos mediante pares de cobre trenzado y conectores RJ45. No existe realmente un “cable WiFi”: cuando alguien usa ese término suele referirse a un cable ethernet para conectar un dispositivo al router en lugar de usar la red inalámbrica.
La tecnología ethernet funciona en full-dúplex y ofrece velocidades que dependen tanto del hardware como de la categoría del cable. De forma muy extendida hoy encontramos 1 Gbps (Gigabit Ethernet) con Cat 5e o Cat 6, y redes domésticas a 2,5 Gbps o superiores con cables Cat 6/6a y electrónica compatible.
En cobre, la longitud recomendada por tramo es de hasta 100 metros; con tiradas mayores o entornos con mucho ruido eléctrico conviene planificar hub/switch intermedios o soluciones de fibra.
Su ventaja clave es que la señal viaja guiada dentro del cable, con menos interferencias y variaciones que en el aire, lo que se traduce en estabilidad de velocidad y latencia más baja.
Ventajas y desventajas de usar ethernet
La principal ventaja del cable ethernet es la consistencia. A diferencia del WiFi, cuya calidad varía según la distancia, obstáculos o la saturación de canales, una conexión por cable bien terminada mantiene el caudal de forma sostenida y reduce el jitter (variación de latencia).
En tareas sensibles al tiempo, como videollamadas, juegos online, control remoto, streaming en directo, esto marca la diferencia. Además, suma en seguridad: el tráfico no “irradia” por el aire, de modo que reduces la superficie de exposición (aunque la seguridad global depende de cifrados, contraseñas y buenas prácticas).
¿El contrapunto? Movilidad nula y cableado a la vista. Conectar por cable exige tomas cercanas, un switch si te faltan puertos en el router, y a veces pequeñas obras para canalizar. Muchos portátiles actuales prescinden del RJ45 y requieren un adaptador USB-C a ethernet. Si te mueves con frecuencia dentro de casa, el cable puede resultar incómodo.
Cuándo es mejor conectarse por WiFi
El WiFi brilla en comodidad y flexibilidad. Es ideal para móviles, tablets, portátiles en zonas comunes, altavoces inteligentes y dispositivos donde no hay una roseta de red. Las últimas generaciones (WiFi 5/802.11ac, WiFi 6/802.11ax y WiFi 6E) alcanzan velocidades muy altas en condiciones favorables, especialmente en la banda de 5 GHz (y 6 GHz en entornos compatibles), con menos interferencias que 2,4 GHz.
Aun así, el rendimiento real depende de muchos factores: distancia al router, paredes, distribución de la vivienda, vecinos en el mismo canal, calidad de antenas y drivers. Si notas caídas de velocidad, cortes o latencia inestable, puedes mejorar la cobertura WiFi con una ubicación más centrada del router, bandas adecuadas, repetidores o un sistema mesh. Te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
En resumen, el WiFi es preferible cuando prima la movilidad, cuando no puedes cablear, o cuando el uso es ligero: navegación, streaming no crítico, redes sociales, domótica básica y trabajo ofimático sin requisitos estrictos de latencia.
Situaciones en las que conviene usar cable de red
Hay escenarios donde el cable de red es claramente la mejor opción. Si juegas online y buscas ping estable, la conexión por ethernet minimiza la latencia frente al WiFi, evitando microcortes que en competitivo penalizan. Lo mismo ocurre con videoconferencias importantes: un cable reduce el riesgo de congelaciones por interferencias.
Para smart TV y reproductores 4K/8K situados cerca del router, usar un cable ethernet evita los tirones en escenas de alto bitrate y descarga más rápido contenidos bajo demanda. En el teletrabajo con VPN, escritorios remotos o transferencia de archivos pesados, el cable sostiene mejor el caudal y acorta tiempos. Si tienes un NAS o un servidor doméstico, con ethernet puedes aprovechar a fondo 1 Gbps o más en copias y streaming local.
También es recomendable cablear puntos de acceso o sistemas mesh cuando sea posible (backhaul por cable), ya que así evitas que los nodos compitan por el aire y mejoras la capacidad total de la red.
Consejos para elegir entre WiFi y cable
- Adapta la conexión al uso: latencia crítica (juegos, videollamadas, directos) → prioriza ethernet; movilidad o dispositivos sin puerto RJ45 → WiFi.
- Haz una prueba comparativa: haz un test de velocidad y mide el ping por cable ethernet y por WiFi en el mismo punto. Si hay mucha diferencia o jitter alto en WiFi, usa cable en ese equipo.
- Combina ambos mundos: deja por cable los equipos fijos (PC, TV, consola, NAS) y reserva el WiFi para móviles y portátiles. Es el equilibrio más práctico en casa.
- Elige bien el cable: para 1 Gbps, Cat 5e/Cat 6 de calidad suele bastar; si prevés 2,5 Gbps o más, apuesta por Cat 6 o Cat 6a. Mantén las tiradas por debajo de ~100 m y evita dobladuras bruscas.
- Optimiza el WiFi cuando toque: usa 5 GHz para máxima velocidad cerca del router y 2,4 GHz para mayor alcance; separa SSID si te ayuda; actualiza el firmware y los drivers; si la planta es grande, valora un sistema mesh con backhaul cableado.
- Ordena la topología: si te faltan puertos, añade un switch gigabit/2,5G; evita encadenar repetidores WiFi innecesariamente y, cuando puedas, sustituye un repetidor por un tramo de cable de red.
En conclusión, no se trata de elegir entre “WiFi o cable” para todo. Para lo crítico y fijo, ethernet ofrece estabilidad, baja latencia y velocidad sostenida. Para lo móvil y lo cotidiano, el WiFi te da libertad y buen rendimiento si está bien optimizado. Entender tus usos y su entorno es la clave para decidir en cada caso (y con pequeños ajustes puedes exprimir al máximo tu conexión).